En la dinámica de los ecosistemas intervienen muchas especies con ciclos vitales de duración diferente, desde unas pocas horas hasta decenas de años. Una opción de investigación es diseccionar algunos de los principales procesos que intervienen en la dinámica general y extraer principios generales. Estos datos después podrán combinarse en simulaciones y hacer proyecciones y análisis de hacia dónde irá la dinámica de los sistemas a medio y largo plazo. Sin embargo, a medida que se combinan más procesos, la dificultad de predicción aumenta. Y lo hace aún más si el ecosistema se encuentra inmerso en un cambio de las condiciones de su entorno, como actualmente sucede con el cambio global y su proyección regional. Por ello, una vía complementaria de investigación, de carácter más holístico, se fundamenta en el seguimiento de la dinámica del ecosistema mediante la observación y la caracterización. Los objetivos del seguimiento son diagnosticar lo que ecológicamente puede estar pasando en un lugar, comparar lugares del territorio y del conjunto del planeta, proyectar el futuro inmediato y alimentar y validar modelos que aspiran a entender y reproducir la dinámica a medio y largo plazo del ecosistema.

Las principales líneas de trabajo y experiencia del CREAF en este campo incluyen:

  • Deposición atmosférica: Analizamos la composición química de la deposición atmosférica y su efecto sobre los ecosistemas terrestres y acuáticos continentales. Gracias a captadores de deposición y al análisis del agua del suelo, arroyos y estanques, valoramos la incidencia de la deposición atmosférica a largo plazo sobre áreas de interés (p.ej., Montseny, Pirineos).
  • Poblaciones de animales: A través de un programa de evaluación medimos las oscilaciones de poblaciones de mamíferos (p.ej., marmota, jabalí) de las que hacemos seguimientos a largo plazo.
  • Distribución y fenología de especies: Diseñamos, coordinamos y ejecutamos programas de seguimiento de grupos de organismos de alto valor como indicador (p.ej., pájaros, mariposas, vegetación de ventisquero).
  • Microorganismos acuáticos: Los microorganismos acuáticos tienen una respuesta rápida frente a las fluctuaciones ambientales, por lo que en zonas remotas permiten el seguimiento de las manifestaciones regionales del cambio global.
  • Registros naturales: Interpretamos y calibramos registros paleoecológicos de largo plazo. Algunos registros naturales de las dinámicas del pasado (p.ej., anillos de árboles, sedimento de estanques, turberas) pueden interpretarse mucho mejor si pueden relacionarse con series de medidas instrumentales de unos cuantos años.
  • Ecosistemas forestales: Hacemos seguimiento de los bosques a largo plazo mediante inventarios forestales repetidos en el tiempo o programas específicos de seguimiento del estado de salud de los bosques.
  • Indicadores de seguimiento de comunidades y hábitats: Implementamos seguimientos para entender las dinámicas de la composición y estructura de las comunidades de organismos y hábitats y desarrollamos indicadores para evaluarlos y proponer medidas de gestión adecuadas.
  • Simulación de condiciones de cambio climático: Hacemos seguimiento de parcelas experimentales en las que estamos simulando condiciones como la sequía o el calentamiento en matorrales para medir cómo cambian las características del ecosistema a medio y largo plazo.

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