Hay ideas que sólo pueden nacer en los límites. En las zonas de contacto entre ecosistemas, disciplinas o miradas. Allí florecen nuevas preguntas, donde la creatividad puede hacer de puente entre mundos aparentemente alejados. Con este espíritu nace la residencia artística Jaume Terradas en el CREAF: una propuesta orgánica y colectiva surgida de ECOTONS , el grupo de arte y ciencia del centro.
Esta residencia no parte de una convocatoria abierta, sino que propone un nuevo modelo de colaboración a medida. Primero se identifican grupos de investigación interesados en trabajar con artistas. Después se buscan, con mucho cuidado, artistas que puedan conectar de forma genuina con las temáticas y prácticas de estos equipos científicos. Si una búsqueda explora los sonidos del paisaje, se proponen artistas que trabajen con el sonido. Si trata de datos complejos, se buscan artistas que trabajen en cómo convertirlos en otros lenguajes. El objetivo no es hacer arte "sobre" la ciencia, sino arte "con" la ciencia: con diálogo, escucha y co-creación.
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Una residencia comisariada y radicalmente colaborativa
Para acompañar este proceso, ECOTONS ha invitado a Paula Bruna como comisaria de la residencia. Ambientóloga y doctora en Bellas Artes, Bruna actúa como puente entre los lenguajes científico y artístico, facilitando un diálogo que a menudo se mueve entre conceptos tan abstractos como el carbono, los gases o el tiempo.
Aunque en la primera llamada interna se mostraron interesados siete grupos de investigación del CREAF, y se generaron contactos prometedores con varios artistas, finalmente la residencia se centrará este año en un único proyecto piloto, con una colaboración intensa y transformadora entre el grupo de Estefanía Muñoz y Filipe Andrade , y el colectivo artístico LaCuartaPiel, que ha elegido Ximo Berenguer, Ana Moure, Inés Miño y Carlos Pastor para hacerlo como parte del colectivo.
En este primer proyecto, el diálogo ya ha empezado a generar intercambios riquísimos: desde imaginar cómo encapsular aire en una joya hasta traducir datos científicos en experiencias sensoriales. El objetivo no es simplificar la ciencia, sino abrirla a nuevas capas de significado. Ahora bien, este enfoque también pide un sobreesfuerzo por parte de él tiempo, energía y sensibilidad.
La residencia nace con la voluntad de crear una relación profunda y recíproca entre artistas y científicas, más allá de una puntual colaboración. Por eso se ha optado por un modelo hecho a medida, que parte de las necesidades y ritmos de la investigación.
" En este primer proyecto, el diálogo ya ha empezado a generar intercambios riquísimos: desde imaginar cómo encapsular aire en una joya hasta traducir datos científicos en experiencias sensoriales. El objetivo no es simplificar la ciencia, sino abrirla a nuevas capas de significado. Ahora bien, este enfoque también pide un sobreesfuerzo por parte de él tiempo, energía y sensibilidad ”, comenta Paula Bruna.
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Diálogos entre códigos, joyas de carbono y aire dentro de botellas
Estefanía y Filipe trabajan en temas tan inaccesibles a simple vista como el intercambio de gases y el ciclo del carbono, y han abierto generosamente sus datos, figuras y metodologías a los artistas. LaCuartaPiel, especializados en instalaciones artísticas interactivas, trabajan desde una mirada poética y crítica sobre lo invisible, efímero o corporal. Sus piezas buscan provocar experiencias sensoriales y reflexivas en el público, y combinan disciplinas como la joyería, la performance, la arquitectura, la biología, la materialidad científica y las artes visuales.
En los primeros encuentros, las investigadoras han compartido códigos, figuras, datos de torres de flujo, e incluso anécdotas de campo que revelan la complejidad de explicar lo intangible: “Una vez, volviendo a recoger muestras gaseosas en el campo, en un control policial en Colombia, no sabíamos cómo contarnos con nosotros”. Este deseo de contar sin simplificar, de compartir conocimiento en toda su complejidad, ha sido fundamental para que los artistas pudieran empezar a crear desde la libertad interpretativa.
Las artistas nos hacen preguntas que no nos habíamos planteado, no tanto para encontrar respuestas científicas, sino para explorar significados. Nos interpelan sobre la belleza de lo que medimos, sobre la dimensión emocional de lo que es invisible.
" Nos atrae mucho la posibilidad de mirar nuestra investigación con ojos nuevos ", explica Estefanía Muñoz, " Las artistas nos hacen preguntas que no nos habíamos planteado, no tanto para encontrar respuestas científicas, sino para explorar significados. Nos interpelan sobre la belleza de lo que medimos, sobre la dimensión emocional de lo que es invisible."
El proyecto está estructurado en una fase de investigación (julio), una de producción (otoño) y una presentación final antes de finalizar el año. La forma que tendrá el resultado final aún está por determinar, pero se prevé que la obra artística no sólo dialogue con la ciencia, sino que también interpele al público y le invite a hacerse preguntas.
Trabajo de campo por parte de los investigadores. Imagen: Galdric Mossoll
La residencia artística Jaume Terradas es, a la vez, una apuesta institucional por hacer crecer la mirada del CREAF hacia el arte y una muestra del compromiso de las investigadoras e investigadores que han abierto las puertas de sus laboratorios, datos e ideas a otras formas de expresar y entender el mundo.
