Llamamiento conjunto de la ciencia para preparar los Pirineos para un posible aumento del riesgo de megaincendios

Las 46 entidades que forman parte del proyecto Life Pyrenees4Clima, liderado por el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC), han hecho un llamamiento conjunto a todas las administraciones públicas, medios de comunicación y ciudadanía pirenaica para acelerar la acción frente a los riesgos crecientes que amenazan a las zonas de montaña. En el marco del 43º Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP), celebrado en Toulouse, se ha presentado el primer dictamen técnico sobre riesgos naturales climáticos en los Pirineos, que alerta del incremento de megaincendios, sequías extremas y otros fenómenos hidroclimáticos adversos . La investigación del CREAF, a través de los investigadores Eduard Pla y Diana Pascual, ha alimentado de forma decisiva el contenido del dictamen.

Este documento de posicionamiento pone a disposición del territorio conocimiento científico, experiencia técnica y 16 recomendaciones concretas, resultado de muchos años de cooperación transfronteriza entre España, Francia y Andorra.

Después de más de 10 años de investigación y pruebas piloto en la montaña, los resultados obtenidos en proyectos de investigación como Life MEDACC , Life MIDMACC y SUDOE MONTCLIMA han servido para demostrar los beneficios reales de diversas prácticas de gestión del territorio y demostrar su eficacia para reducir el riesgo de incendio y aumentar la resiliencia del paisaje.

“Con recopilaciones como este dictamen, vemos que las líneas que empezamos a probar hace más de 10 años, hoy se plantean como una herramienta de gestión a escala de paisaje”, explican Pla y Pascual, “algunas de las recomendaciones del dictamen parten de propuestas co-diseñadas con ganaderos, gestores y técnicos en estos tres proyectos y agro-silvopastoral.”

Entre las aportaciones destacadas del CREAF al dictamen se encuentran:

• La necesidad de recuperar los paisajes en mosaico para frenar la propagación de incendios. Por eso es necesaria una planificación a escala territorial amplia, aprovechando las diferentes piezas de mosaico que quedan y, en algunos casos, que hay que recuperar (bosques, prados y cultivos).
• La importancia de reactivar la actividad agro-silvo-pastoral con una perspectiva regenerativa y adaptativa (por ejemplo el pasto extensivo), especialmente en zonas abandonadas, para reducir la carga de combustible.
• La defensa de que los pastos bajo arbolado sean reconocidos en la PAC como superficie subvencionable, un elemento clave para la viabilidad económica de la gestión agroforestal y que implica la modificación de los CSP (Coeficiente de Subvencionabilidad de Pastos).
• La evidencia de que una gestión forestal adaptativa y selectiva reduce el riesgo de incendio a la vez que mantiene los valores naturales del territorio.

El dictamen confirma que los Pirineos se han calentado 1,9 ºC desde 1960, un ritmo un 30% superior al global . Este aumento acelera la probabilidad de macroincendios, oleadas de calor consecutivas y sequías severas, agravadas por la continuidad del bosque que comporta el abandono rural. Además, los datos recogidos por el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC) y las entidades del proyecto apuntan a estaciones de riesgo cada vez más largas, con condiciones más extremas y una mayor acumulación de combustible en los bosques. Este escenario incrementa la probabilidad de fuegos de gran intensidad y de comportamientos no habituales hasta ahora en los paisajes de montaña, como los incendios de copa o los fuegos de propagación rápida favorecidos por vientos fuertes y episodios secos.

La comunidad científica alerta de que los incendios de sexta generación, incendios convectivos y muy difíciles de detener, pueden resultar más frecuentes si no se transforma de manera estructural el paisaje pirenaico.

El dictamen recoge 16 medidas prioritarias, concretas y en diferentes escalas, para prevenir y gestionar los riesgos naturales climáticos, entre las que destacan:

• Priorizar el paisaje en mosaico y recuperar actividades agro-silvo-pastorales.
• Desarrollar un Protocolo Pirenaico de Emergencias Forestales con interoperabilidad transfronteriza.
• Adaptar los calendarios de vigilancia y extinción a nuevas temporadas de riesgo antes y después del verano.
• Reconocer profesionalmente la labor de pastores, silvicultores y brigadas rurales.
• Impulsar Soluciones Basadas en la Naturaleza para recuperar suelos y reducir erosión y escorrentías .
• Implementar programas oficiales de educación ambiental y formación técnica .
• Consolidar una gobernanza multinivel que conecte ciencia, territorio y ciudadanía.

Según Pla i Pascual, muchas de estas recomendaciones están ya alineadas con las necesidades y conocimientos de los gestores catalanes y las dificultades no son conceptuales, sino económicas, administrativas y de planificación. Con esto, el dictamen quiere ayudar a superar estas barreras con criterios compartidos y una visión transfronteriza.

"Este dictamen es una iniciativa positiva de consenso entre la comunidad científica y técnica a ambos lados de los Pirineos, pese a las diferencias políticas, administrativas y de gestión, entre estados y regiones. Hay una problemática común a atender, porque el riesgo es muy relevante en los Pirineos", concluyen.