A pesar de que el más mediático de los senecios que han invadido Cataluña es el Senecio inaequidens, sobre todo por la problemática con el campesinado de alta montaña, también existen dos especies de senecio con impacto en la Región Metropolitana de Barcelona en la actualidad. Son el Senecio ptherophorus y el Senecio angulatus. Ambos florecen en la primavera y son de procedencia sudafricana. “La entrada del senecio en la península ibérica está provocada por la actividad humana, que probablemente lo introdujo en forma de semillas escondidas en la lana de África y lo traspasó a los ríos con el lavado de este material”, según Pino.
Senecio pterophorus es una especie arbustiva que fue localizada por primera vez en Cataluña a principios de los años 80 y, desde entonces, ha experimentado una gran expansión en áreas del litoral y prelitoral y después extendiéndose a muchas cordilleras vecinas. Ahora mismo este senecio ya ha entrado con fuerza en espacios protegidos como Collserola, el Montnegre-Corredor o el Montseny entre otros.
Otra especie que encontramos en la región metropolitana es Senecio angulatus, de porte trepador y hojas carnosas que parece preferir climas cálidos. Por eso se expande especialmente por la costa y el litoral, siendo ya un problema en espacios como Montjuïc, la vertiente sur de Collserola o las costas de Garraf.
“Las principales problemáticas de los senecios invasores son que pueden competir con la flora autóctona, especialmente por determinados recursos como los polinizadores, puesto que ten un periodo de floración bastante largo y son unas especies muy resistentes”, apunta el ecólogo.