Europa se coordina para conocer el estado de los polinizadores silvestres en el continente

Los insectos polinizadores constituyen una parte muy importante de la biodiversidad global en el planeta, a la vez que nos aseguran gran parte de la producción de alimentos. Sin embargo, en las últimas décadas se ha observado que sus poblaciones están declinando severamente y de forma generalizada en toda Europa, debido principalmente a la actividad humana.

Ante esta realidad, la Unión Europea ha dado un paso decisivo para entender y revertir el declive de los polinizadores silvestres en el continente (abejas, mariposas y sírfidos): adoptar de forma obligatoria un método común para que todos los Estados miembros monitoricen, de forma coordinada y estandarizada, el estado y las dinámicas de sus poblaciones. Este método recibe el nombre de EUPoMS; European Pollinator Monitoring Scheme y constará de una red de seguimiento por todos los países de la UE en la que España debe aportar también información. Se trata del Reglamento Delegado (UE) 2025/2188, un instrumento clave en la legislación europea de restauración de la naturaleza que quiere garantizar que, antes de 2030, las políticas ambientales de cada estado miembro vayan acompañadas de datos sólidos sobre el estado de las poblaciones de los diferentes grupos de polinizadores silvestres autóctonos. El CREAF participa de esta nueva iniciativa con Jordi Bosch, investigador propio experto en abejas, en el comité experto que pondrá en marcha y evaluará los resultados de esta red de seguimiento europea.

Los insectos polinizadores en Europa están amenazados por múltiples factores como la pérdida de hábitat, la agricultura intensiva, el uso de fitosanitarios y el cambio climático, entre otros, y su desaparición compromete el buen funcionamiento de los ecosistemas y la alimentación humana. Por eso la nueva normativa europea quiere poner orden, definiendo un sistema de seguimiento científicamente robusto y replicable en todo el territorio europeo. “Este seguimiento integra a los principales grupos de polinizadores silvestres: las abejas silvestres, los sírfidos, las mariposas y las colmenas”, explica Jordi Bosch, investigador del CREAF experto en abejas y miembro del comité de expertos de EUPoMS.

Para el CREAF, este objetivo es un triple éxito. Por un lado, contribuye directamente en la conservación de los polinizadores silvestres; por otro lado, hace de enlace y ayuda a las administraciones a aterrizar la implementación de esta regulación en Catalunya y España; y por último, el vínculo directo que ha tenido la ciencia en el diseño de dicho reglamento.

El reglamento implica que cada Estado miembro deberá desplegar de forma obligatoria una red de puntos de seguimiento distribuidos de forma aleatoria y representativa de los diferentes ecosistemas, y monitorizarlos mensualmente siguiendo una misma metodología. En el caso de España serán al menos 100 puntos repartidos por todo el territorio. Para los polinizadores diurnos, la monitorización se basará en transectos de un kilómetro de largo. En el caso de los polinizadores nocturnos, se utilizarán trampas de luz.

Todos los datos obtenidos por los diferentes Estados miembros servirán para calcular un indicador común que combinará la diversidad y abundancia de las especies y poblaciones monitorizadas para cada región, excluyendo las especies invasoras de cada territorio.

Uno de los aspectos destacados de la nueva normativa es la capacidad para medir, no sólo el estado poblacional de los distintos grupos y especies, sino también el efecto de las medidas de restauración que cada país implemente en los próximos años. El primer período de evaluación irá de 2026 a 2030, y posteriormente el seguimiento se hará en ciclos de seis años. Esta continuidad permitirá detectar tendencias, comparar resultados entre regiones y valorar si las políticas aplicadas -desde la mejora de hábitats hasta la reducción de impactos agrícolas- tienen resultados tangibles sobre las poblaciones de polinizadores silvestres.

Entre 2021 y 2023 se llevó a cabo el proyecto SPRING, con la misión de hacer más eficiente y aplicable a todos los estados miembros el programa de seguimiento EUPoMS. El grupo de ecología de insectos y de la polinización del CREAF y el Museo de Ciencias Naturales de Granollers coordinaron el proyecto en la región Atlántica-Mediterránea (Francia, España y Portugal), y con la participación de más de un centenar de personas voluntarias muestrearon a 52 puntos distintos de toda España.
Uno de los ejes principales del proyecto SPRING fue la formación, ya que llevar a cabo un seguimiento científicamente robusto de polinizadores silvestres en todo el continente requiere de personal especializado. Para ello, se formaron profesionales para aprender a identificar bien la multitud de especies de polinizadores que existen (a menudo muy complicadas de diferenciar entre ellas).

Aparte del seguimiento de polinizadores, el nuevo reglamento europeo establece las acciones que deben tomar los estados miembros con el fin de intentar revertir la bajada de los polinizadores silvestres de caras en el año 2030. En este contexto, el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya ha puesto en marcha el Plan Intersectorial de conservación de los polinizadores silvestres de Catalunya (PIPOL). Un plan que, además de realizar seguimientos estandarizados de mariposas, abejas y sírfidos, también propone otras medidas relacionadas con el sector agrícola o con el reverdecimiento de zonas urbanas o arcenes de carreteras. Este plan estratégico tiene como objetivo coordinar acciones para preservar y dar a conocer los polinizadores silvestres de Catalunya y los servicios ecosistémicos que proporcionan hasta 2030. En el marco de EUPoMS, el grupo de Ecología de insectos y de la polinización del CREAF ya ha iniciado el seguimiento en cinco transectos durante el transcurso de Catalunya.

El despliegue del PIPOL ha comenzado con un informe detallado sobre el estado y las amenazas de los polinizadores en Catalunya. Los seguimientos estandarizados permitirán no sólo conocer las tendencias de las poblaciones de polinizadores en Catalunya, sino también evaluar la efectividad de las medidas propuestas por el plan PIPOL.