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CONSULTOR EXTERNO
Javier Albarracín
Especialista en Ciencias políticas y relaciones internacionales. Ha colaborado con instituciones públicas, empresas, centros de investigacion y 'think tanks' para impulsar su presencia, visibilidad y estrategia en el Mediterráneo y Oriente Medio.
El nuevo Pacto por el Mediterráneo es una noticia alentadora porque constituye una declaración de intenciones para un plan de acción centrado en remodelar nuestras relaciones fundamentales en el espacio mediterráneo común. Además, el 28 de noviembre de 2025 constituye otro hito, ya que el documento se propone para su respaldo político por parte de la UE y de los socios del Mediterráneo meridional en el 10 Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo (UpM), titulado 'Juntos por una alianza euromediterránea más fuerte', que se tiene lugar en Barcelona.
Desde una perspectiva científica, en el CREAF valoramos que, por un lado, el Pacto preste especial atención a abordar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad y, por otro, que subraye la importancia de promover la formulación de políticas basadas en la evidencia y el intercambio de conocimiento. También apreciamos que trate la educación como un factor determinante para avanzar hacia un Mediterráneo sostenible y resiliente.
El documento, publicado en octubre de 2025, representa un paso constructivo hacia adelante, ya que es el resultado de un amplio proceso de consulta en toda la región mediterránea con gobiernos, centros de investigación, sociedad civil, asociaciones de jóvenes, organizaciones internacionales y el sector privado, entre otros. Asimismo, actualiza el marco estratégico entre la UE y sus diez socios del Mediterráneo meridional: Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Libia, Marruecos, Palestina, Siria y Túnez.
Diplomacia científica, el enfoque mediterráneo
Diplomacia científica, el enfoque mediterráneo
Un Centro Mediterráneo de Diplomacia Científica como el planteado en el Pacto es uno de los instrumentos clave para formular políticas basadas en la evidencia y los mecanismos de intercambio de conocimiento, entre otras iniciativas complementarias. Tendría el potencial de impulsar la cooperación científica sobre el medio ambiente compartido, a la vez que fortalecería los vínculos entre las riberas sur y norte y mejoraría la acción política basada en evidencias. Este es un ámbito en el que el CREAF puede aportar experiencia de primera mano y establecer una colaboración activa, centrada en generar confianza a través de la ciencia y el conocimiento. De hecho, el CREAF ya ha colaborado con la Unión por el Mediterráneo en sus iniciativas de diplomacia científica, como coordinadores del seminario 'Diplomacia de la Ciencia y la Innovación en el Mediterráneo', celebrado en Barcelona en 2021.
Además de la diplomacia científica, celebramos que el acuerdo proponga la creación de ciertos organismos e iniciativas regionales que conecten la ciencia y la práctica en su sentido más amplio. El European Firefighting Hub con sede en Chipre es uno de ellos, así como propuestas como establecer nuevos diálogos de asociación en materia de políticas agroalimentarias con los socios del sur, crear y seguir desarrollando Centros de Innovación e Investigación que involucren la innovación y las startups, además de impulsar la Universidad Mediterránea y poner en marcha un Med Skill Tracker. Liberar el potencial de la educación para tender puentes hacia el futuro —mediante programas de mentoría y el fomento de las Acciones Marie Skłodowska-Curie y del Programa Horizonte Europa— es más necesario que nunca.
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Amplio espectro
Amplio espectro
Como marco, el documento desarrolla iniciativas en un amplio espectro de temas clave que son críticos para la región. CREAF puede desempeñar un valioso y constructivo papel en el desarrollo de varias de las prioridades mencionadas en el Pacto. Los proyectos relacionados con el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, la adaptación y mitigación climática, los incendios forestales, la sequía, la escasez de agua, las inundaciones y los fenómenos meteorológicos extremos, la salud del suelo y la seguridad alimentaria son cuestiones fundamentales para CREAF. La movilidad de personas, tanto de investigadores como de personal en determinados ámbitos científicos, también está alineada con nuestras prioridades en la región.
La colaboración científica entre países para abordar tanto los problemas ambientales nacionales a los que se enfrenta cada país como las crisis regionales comunes es más relevante que nunca. Es bien sabido que el Mediterráneo es uno de los principales puntos calientes del clima, con amenazas crecientes para la salud que pueden conducir a migraciones humanas dentro de la región y más allá.
Factores a reforzar
Factores a reforzar
Ecología urbana
El Pacto prevé mejorar la colaboración en soluciones climáticas mediante el diálogo y promoviendo el conocimiento, el intercambio y la prestación de asistencia técnica sobre instrumentos de mitigación climática a los socios del Mediterráneo meridional. Sin embargo, no menciona la resiliencia climática urbana, una necesidad urgente en el Mediterráneo debido a su tasa de urbanización. La ecología urbana también debería incluirse en estos esquemas de colaboración bilateral y regional, e integrarse en cualquier estrategia de desarrollo urbano en la región.
Agricultura
La agricultura se describe como un factor clave tanto para la seguridad alimentaria actual y futura en la zona y para la cooperación regional. Desde el CREAF hemos aportado un enfoque científico innovador sobre agricultura regenerativa, como vía para garantizar la sostenibilidad alimentaria. Por ello, CREAF debería explorar cooperación y sinergias con las diferentes iniciativas bilaterales y regionales que se desarrollen, especialmente a través de agricultura regenerativa diseñada a medida.
Finanzas
La ambición del Pacto por el Mediterráneo solo se cumplirá si va acompañada de los medios financieros que requiere para implementarse. El tamaño y la arquitectura de los recursos financieros que se movilicen permitirán convertir esta hoja de ruta en un hito en la cooperación mediterránea. Movilizar los fondos necesarios desde el Mediterráneo y más allá, y adaptarlos a las necesidades de cada iniciativa y de cada país, será esencial para generar confianza en este Pacto. También será esencial implicar a diferentes actores en estos marcos, como fondos públicos, privados y multilaterales.
En el CREAF creemos firmemente en un futuro común para las dos orillas del Mediterráneo. Y,con este espíritu de cooperación y trabajo conjunto, la comunidad científica ofrece todo su apoyo y colaboración.
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