Varios estudios habían descrito los efectos del cambio global en el océano y el intercambio de nutrientes, y cómo el aumento de la temperatura o la estratificación del agua afectan a la producción primaria marina. Uno de los dilemas para la comunidad científica gira en torno a los efectos de los vientos asociados a los afloramientos (upwelling-favourable winds). Según algunos estudios, los vientos aumentarán con el cambio climático e impulsarán el ascenso de aguas profundas ricas en nutrientes. Ahora bien, otros postulan el efecto contrario, es decir, el calentamiento de las capas superficiales del océano intensificará la estratificación de la columna de agua, disminuyendo la frecuencia, la intensidad y la eficiencia de los procesos de afloramiento y la disponibilidad de nutrientes en la superficie.
“Nuestro estudio aporta una nueva perspectiva al mostrar que, al menos en el Mediterráneo noroccidental, el desplazamiento de la corriente en chorro hacia el norte está debilitando los mecanismos y las interacciones que impulsan el afloramiento, lo que ha contribuido a una disminución significativa de la producción primaria marina”, detallan los autores.
“Consideramos que el cambio en el patrón de vientos es el factor que condiciona el comportamiento del ecosistema, más allá de dicotomías sobre su intensificación o efecto de la temperatura. Así pues, apuntamos a un factor totalmente nuevo que se centra especialmente en el comportamiento dinámico, tanto de la atmósfera como del océano (y su interacción), como clave para entender su evolución futura”.
En este contexto, el Mediterráneo noroccidental se presenta como un escenario clave para estudiar estos efectos y entender mejor las posibles trayectorias futuras de los ecosistemas marinos en otras regiones del mundo.