12/03/2025 Noticia

Nace Recodo, una comunidad online para quienes creen que la agricultura y la biodiversidad pueden ir de la mano

Técnico/a de comunicación

Diego de la Vega

Científico, historiador y comunicador de la ciencia. Soy un apasionado de la ciencia, principalmente en sus dimensiones sociales e históricas.

La transición hacia unas prácticas agrícolas que protejan la biodiversidad necesita espacios donde los propios agricultores puedan dialogar, apoyarse y compartir conocimiento útil basado en la ciencia. Con este espíritu transformador, el proyecto europeo Framework lanza la plataforma Recodo, un espacio digital multilingüe dirigido a todas aquellas personas que se dedican a supervisar, mantener o restaurar los ecosistemas y paisajes agrícolas. Recodo ofrece acceso abierto a materiales que van desde libros, guías de buenas prácticas y publicaciones científicas, hasta eventos, software y bases de datos. Pero Recodo no solo facilita estos recursos, sino que también visibiliza y promueve el modelo de clústeres de agricultores (en inglés, Farmer Clusters) que el proyecto FRAMEwork ha implementado ya en 10 países europeos. Este modelo propone que sean los agricultores de cada región quienes tomen la iniciativa en la protección de la biodiversidad y que, gracias a una figura de facilitador, puedan colaborar entre ellos para identificar problemáticas comunes y solucionarlos con la ayuda de la ciencia y los actores locales.

Entre otras acciones, estos clústeres promueven un programa de seguimiento de la biodiversidad en las fincas para el que cuentan con la ayuda de expertos y de campañas de ciencia ciudadana. En este sentido, los investigadores del CREAF en el grupo Grumets,  Joan Masó y Berta Giralt, han sido los encargados de crear el Centro de Datos de Recodo, un catálogo que recopila de manera exhaustiva los datos geoespaciales y de biodiversidad de los diferentes clústeres y los hace accesibles para todas las partes interesadas. 

Berta Giralt CREAF

Para saber si las medidas funcionan es imprescindible hacer un seguimiento exhaustivo de cómo cambia la biodiversidad a lo largo del tiempo. Y que esta información esté disponible de manera abierta permite que se pueda seguir investigando y que otras personas puedan seguir los mismos pasos.

¿Qué es un clúster de agricultores?

Se ha podido comprobar que cuando se aplican técnicas que mejoran la biodiversidad en una finca concreta, los beneficios se expanden de manera natural a las tierras vecinas. En consecuencia, un ecosistema agrícola rico en biodiversidad necesita contar con hábitats de gran superficie y bien conectados. Estas fueron las claves que dieron vida en 2015 en Reino Unido al concepto de clúster de agricultores o Farmer Cluster. La idea consiste en evitar el aislamiento creando comunidades agrícolas que se apoyen y motiven mutuamente para mejorar la salud ecológica de sus explotaciones.  

En el caso del proyecto FRAMEwork se ha creado una ‘red avanzada de clústeres de agricultores’. Esta red ya suma un total de 11 casos piloto por toda Europa.  En el caso de España, las pruebas se están realizando en fincas de olivos en Aguilar de la Frontera, Córdoba. Giralt explica que “cada uno de estos clústeres cuenta con un facilitador que es el encargado de coordinar al grupo y de buscar relaciones con actores locales interesados en impulsar este cambio”. La figura de facilitador puede llevarla a cabo desde personal científico hasta uno de los agricultores o agricultoras. “Cada uno de los casos tiene su idiosincrasia y la organización interna del clúster varía en función de los aspectos culturales y socioeconómicos de cada país y cada región”, aclara Giralt.

Además, la red de FRAMEwork es “avanzada” porque amplía el concepto original de clúster iniciando, en cada caso, un programa específico de seguimiento de la biodiversidad a largo plazo. Para ello, cuentan con la ayuda de expertos que analizan marcadores como los polinizadores, las aves o la diversidad de especies vegetal, pero también con otro tipo de observadores, la ciudadanía. En este caso, los socios de IIASA y Nordeco son los encargados de crear proyectos de ciencia ciudadana a través de iNaturalist, así como de promover eventos como las bioblitz para la recogida de datos.

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Un ecosistema agrícola rico en biodiversidad necesita contar con hábitats de gran superficie y bien conectados. Imagen: Recodo

Un catálogo con datos de biodiversidad agrícola

El centro de datos de Recodo es el lugar donde se almacenan, mantienen y hacen públicos los datos de biodiversidad que se recogen en cada uno de los clústeres. Esto se realiza siguiendo los principios FAIR (Findability, Accesibility, Interoperability y Reusability), tanto si los datos provienen de expertos o han sido recogidos gracias a la ciencia ciudadana. En el contexto de la Europa de la ciencia abierta, esta información es muy valiosa para la comunidad científica y agrícola europea e internacional.

Joan Masó CREAF

La novedad de este hub es que presenta los datos acompañados de sus metadatos bajo el marco de los estándares internacionales de datos geoespaciales. Esto permite que sean más accesibles y comparables entre los diferentes clústeres de agricultores.

También se trabaja a través de licencias y claves de acceso que permiten que, si hay datos sensibles, privados o con alguna propiedad intelectual, puedan ser compartidos de manera segura y controlada. “Sin este trabajo de catalogación y curación de los datos de los expertos y de la ciencia ciudadana, seguramente esta información no sería accesible tan fácilmente y su impacto sería menor”, explica Masó.