17/12/2025 Noticia

La sequía y las lluvias torrenciales son la mayor amenaza climática para las aves en el Mediterráneo

A partridge bird with red beak and eye mask, standing.
Responsable de prensa

Ángela Justamante

Graduada en Biología y comunicadora científica, actualmente responsable de prensa del CREAF, también cuenta con experiencia en proyectos europeos y de divulgación científica.

El temporal Filomena cubrió España con precipitaciones extremas de nieve en cuestión de días y, además del impacto que supuso para la población, estudios científicos han constatado que aves como la perdiz roja (Alectoris rufa) y la alondra ricotí (Chersophilus duponti) sufrieron un fuerte descenso. Ahora, una investigación publicada recientemente en la revista científica Oikos y firmada por diversas entidades de Cataluña, entre ellas el CREAF y el ICO, ha analizado durante 20 años el impacto de episodios climáticos extremos en la población de aves europeas y demuestra, por primera vez, que la sequía y las lluvias torrenciales son las variables climáticas que causan el mayor descenso en la población de aves en la cuenca mediterránea. Además, también han constatado que el impacto negativo de las lluvias abundantes no se limita a este territorio, sino que provoca un descenso de aves en toda Europa. 

Entre los motivos que pueden explicar este impacto, los autores señalan que la sequía aumenta la mortalidad de insectos, como las orugas de las mariposas, y hace que las plantas crezcan menos y produzcan menos frutos y semillas. Esto tiene un efecto en cascada, ya que las aves disponen de menos alimento para alimentar a sus polluelos, que necesitan mucha proteína, y disminuye la tasa de supervivencia. En el caso de las lluvias intensas —cada vez más frecuentes en el Mediterráneo—, estas rompen nidos, pueden provocar la pérdida de huevos o la muerte de polluelos por enfriamiento y, en situaciones extremas como las granizadas, herir también a los adultos. 

Sergi Herrando CREAF

Con este estudio hemos demostrado una relación clara entre la escasez de agua en el sur de Europa y el descenso del número de individuos de aves. Además, también detectamos otra amenaza, en este caso común a todas las regiones de Europa: las precipitaciones extremas

Sergi Herrando, investigador del CREAF y presidente del European Bird Census Council

En el caso del Mediterráneo, el hecho de que haya menos aves puede reducir funciones clave que desempeñan, "como la dispersión de semillas o el control de plagas de insectos", añade Herrando. 

Otro de los hallazgos ha sido que el aumento de la temperatura favorece a las aves residentes del norte de Europa, probablemente porque existe un periodo más largo favorable para la reproducción. En cambio, perjudica a los migradores de larga distancia que llegan al norte en primavera, ya que el ciclo vital de plantas e insectos se desincroniza y, cuando llegan, hay menos alimento. "Un caso que se ha demostrado en otras investigaciones es el del papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca), que cuando llega desde África se encuentra con que el ciclo de las orugas se ha adelantado y ya no hay tantas", destaca Herrando.  

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Bird in a grassy field with blurred background.

La agricultura intensiva es la causa principal del descenso de aves en Europa

Para llevar a cabo la investigación, el equipo ha analizado 20 años de evolución (2002–2022) de las poblaciones de aves en tres grandes regiones climáticas de Europa —mediterránea, continental y boreal—, utilizando Cataluña, la República Checa y Suecia como territorios representativos. «En Cataluña, los datos del Seguimiento de Aves Comunes (SOCC) del ICO han sido clave para alcanzar estas conclusiones», añade. En total, se ha estudiado la dinámica poblacional de 141 especies de aves procedentes de diversos hábitats —forestales, de prados, agrícolas y urbanos—, incluyendo tanto especies residentes como migradoras de corta y larga distancia. Estos datos se han cruzado con información anual de tres variables climáticas: la temperatura, la disponibilidad de agua y los episodios de lluvia intensa.  

Balsas de agua 

Según el equipo, una medida sencilla para ayudar a las aves de la región mediterránea durante los episodios de sequía es restaurar la red de pequeñas balsas y puntos de agua en general, o construir nuevos. Estas balsas pueden tener un efecto beneficioso directo, al permitir que las aves beban, e indirecto, al atraer insectos. No obstante, advierten de que su instalación debe evitar zonas de depredación, especialmente por gatos domésticos. «Las balsas, además, pueden ser muy beneficiosas para otras especies animales, como los anfibios», añade Sergi Herrando. 

El trabajo lo ha liderado por la Universidad Carolina de Praga y la Academia Checa de Ciencias, y lo firma también un consorcio internacional de científicos vinculados a universidades y centros de investigación de España, Chequia y Suecia, entre los que se encuentran el CSIC y las instituciones catalanas Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya (CTFC), el CREAF y el Institut Català d’Ornitologia, así como la Universidad Palacký de Olomouc y la Universidad de Lund. 

Desde el CREAF también ha participado Lluís Brotons, investigador del CSIC y del CTFC. Los autores concluyen destacando que el estudio "es una de las evaluaciones más completas realizadas hasta ahora sobre cómo el clima condiciona la dinámica de las poblaciones de aves en Europa y nos permitirá afinar mejor las estrategias de conservación". 

Referència científica: Hanzelka, J., Telenský, T., Brotons, L., Herrando, S., Lindström, Å. & Reif, J. (2025). Latitude-specific responses of European birds’ population growth rates to temperature and water availability. Oikos, 2025: e11460. https://doi.org/10.1002/oik.11460 

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