29/10/2025 Noticia

Cataluña radiografía 300 árboles monumentales para conocer su estado de salud y protegerlos

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Verónica Couto Antelo

Técnica de Comunicación del CREAF desde 2016. Apasionada del mundo natural y su divulgación. Bióloga (UB), máster en comunicación científica (BSM-UPF) y estudiante Humanidades (UOC).

El Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, junto con el CREAF, ha analizado las características y el estado de conservación de unos ochenta árboles monumentales de toda Cataluña. El director general de Políticas Ambientales y Medio Natural, Marc Vilahur, ha explicado que “el objetivo de este programa es poner en valor este patrimonio natural y disponer de datos concretos para monitorizar su estado de salud y la biodiversidad asociada”.

En este sentido, Vilahur ha señalado que el estudio debe servir de base para “organizar un sistema de alerta rápida ante problemas de salud de los árboles, con la implicación del personal de los espacios naturales protegidos y del Cuerpo de Agentes Rurales”. “Muchas veces pensamos en los árboles centenarios como un referente del paso del tiempo sobre un territorio determinado y olvidamos que un árbol monumental también funciona como un ecosistema que alberga fauna y flora”, ha destacado el director general. Precisamente este 2025 se ha puesto en marcha una segunda fase del programa de seguimiento de los árboles monumentales, para garantizar una visita anual a cada ejemplar con el fin de detectar de manera rápida posibles amenazas para su supervivencia. Esta detección temprana —en la que participan el personal de los espacios naturales protegidos y el Cuerpo de Agentes Rurales de Cataluña— permitirá actuar de forma más proactiva para alargar la vida de los árboles siempre que sea posible.

El análisis del estado de conservación de los árboles monumentales, liderado por la investigadora del CREAF y profesora de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) Sandra Saura Mas, lleva ya tres años en marcha y, por el momento, ha estudiado unos ochenta ejemplares. Para conocer el estado de cada árbol, el equipo realiza una investigación ecológica entendiendo el árbol como un ecosistema, y recogen datos sobre su estructura, vegetación asociada, diversidad de líquenes, briófitos, invertebrados y vertebrados, características del suelo, amenazas e impactos.
 

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La idea es que esta propuesta de protocolo de seguimiento y alerta del estado de los árboles monumentales pueda aplicarse desde la Administración o los organismos competentes, para realizar un seguimiento más continuo y anual que permita detectar necesidades de conservación con mayor antelación y margen de tiempo para actuar si es necesario.

Puntos calientes de biodiversidad

Los primeros resultados del estudio apuntan a que existe una biodiversidad muy elevada en la mayoría de los árboles, con hasta 100 especies de seres vivos en algunos ejemplares, aunque muchos padecen enfermedades y plagas. Esto representa que algunos árboles monumentales pueden funcionar como puntos calientes de biodiversidad, ya que se han identificado en ellos hasta un centenar de especies acompañantes diferentes. Es el caso de la encina de Can Ferrerons, en el Parque del Montnegre y el Corredor, donde viven 65 especies de flora vascular, 20 especies de animales y una especie de líquen amenazado y protegido (Waynea stoechadiana). 

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Biodiversidad Roures dels Reis en la Alta Garrotxa. Autoría: Galdric Mossoll.

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A la izquierda, Sandra Saura, investigadora del CREAF y profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y a la derecha, Laura Olivé, técnica de investigación del CREAF. Ubicación: Roures dels Reis en la Alta Garrotxa. Autoría: Galdric Mossoll.
 

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Cogiendo muestras de los Roures dels Reis en la Alta Garrotxa. Autoría: Galdric Mossoll.

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Mireia Querol, técnica de investigación del CREAF haciendo seguimiento de los Roures dels Reis en la Alta Garrotxa. Autoría: Galdric Mossoll.

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Roures dels Reis en la Alta Garrotxa. Autoría: Galdric Mossoll.

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Foto del equipo de investigación. De izquierda a derecha: Sandra Saura, , investigadora del CREAF y profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB); Mireia Querol, técnica de investigación del CREAF; Laura Olivé, técnica de investigación del CREAF y Antonia Caritat, investigadora colaboradora de la Universidad de Girona y quien también colabora en el proyecto de seguimiento de árboles monumentales.

Según la ecóloga Sandra Saura Mas, “renaturalizar los entornos donde viven los árboles monumentales puede ser una acción adecuada para mejorar su estado ecológico”, así como “utilizar enmiendas para mejorar el suelo y prevenir su erosión, retirar residuos o establecer cubiertas vegetales”.

Casi 300 árboles monumentales

En Cataluña hay 297 árboles monumentales y 3 arboledas declarados (la Fageda de la Grevolosa, la Roureda del Parc Nou de Olot y la Pineda de Can Ferrer). Las especies más frecuentes son encinas, robles y pinos. Los árboles monumentales son ejemplares singulares por su tamaño excepcional dentro de su especie, edad, historia o valor científico. Desde 1987, en Cataluña están sometidos a medidas de protección especiales, que prohíben talarlos o arrancarlos total o parcialmente. Algunos ejemplos son el Pi d’en Xandri, els Roures dels Reis, el Castanyer de les Nou Branques o el Roure de Can Codorniu. 

También existen árboles calificados de interés comarcal o local, que cuentan con protección. En Cataluña hay más de 1.200 árboles y arboledas declarados de interés comarcal o local, o amparados por la legislación urbanística o cultural.

¿Qué es un árbol monumental?

Los árboles, más allá de todos los servicios que nos ofrecen, despiertan curiosidad y misticismo por la longevidad que pueden alcanzar. Muchos viven cientos de años, y algunos incluso miles. Precisamente, el árbol más antiguo conocido se llama Matusalén, vive en California (en el Bosque Nacional de Iryo) y tiene casi 5.000 años.  Se trata de un ejemplar de pino americano (Pinus longaeva).  

En Cataluña los árboles no alcanzan varios miles de años, pero sí existen bosques maduros y árboles centenarios que son verdaderas catedrales de la naturaleza.
Los criterios para entrar en la lista pueden ser monumentales, históricos y/o científicos. Desde 2020, dentro de la categoría de árboles monumentales, existe un caso especial: el de las oliveras y olivares, que cuentan con una normativa propia de protección y conservación gestionada desde el Departamento de Agricultura. Precisamente este año se han declarado 24 nuevos árboles monumentales, hacía nueve años que no se declaraban nuevos ejemplares. Todos ellos tienen algo esencial en común: forman parte de nuestro patrimonio. Cuidémoslo.