El Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, junto con el CREAF, ha analizado las características y el estado de conservación de unos ochenta árboles monumentales de toda Cataluña. El director general de Políticas Ambientales y Medio Natural, Marc Vilahur, ha explicado que “el objetivo de este programa es poner en valor este patrimonio natural y disponer de datos concretos para monitorizar su estado de salud y la biodiversidad asociada”.
En este sentido, Vilahur ha señalado que el estudio debe servir de base para “organizar un sistema de alerta rápida ante problemas de salud de los árboles, con la implicación del personal de los espacios naturales protegidos y del Cuerpo de Agentes Rurales”. “Muchas veces pensamos en los árboles centenarios como un referente del paso del tiempo sobre un territorio determinado y olvidamos que un árbol monumental también funciona como un ecosistema que alberga fauna y flora”, ha destacado el director general. Precisamente este 2025 se ha puesto en marcha una segunda fase del programa de seguimiento de los árboles monumentales, para garantizar una visita anual a cada ejemplar con el fin de detectar de manera rápida posibles amenazas para su supervivencia. Esta detección temprana —en la que participan el personal de los espacios naturales protegidos y el Cuerpo de Agentes Rurales de Cataluña— permitirá actuar de forma más proactiva para alargar la vida de los árboles siempre que sea posible.
El análisis del estado de conservación de los árboles monumentales, liderado por la investigadora del CREAF y profesora de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) Sandra Saura Mas, lleva ya tres años en marcha y, por el momento, ha estudiado unos ochenta ejemplares. Para conocer el estado de cada árbol, el equipo realiza una investigación ecológica entendiendo el árbol como un ecosistema, y recogen datos sobre su estructura, vegetación asociada, diversidad de líquenes, briófitos, invertebrados y vertebrados, características del suelo, amenazas e impactos.