Desde hace tiempo se sabe que el tamaño, la forma y el funcionamiento de los organismos cambian en función de las condiciones ambientales en que viven, pero las causas y consecuencias de esta diversidad aún no son suficientemente conocidas. La biogeografía funcional intenta resolver estas cuestiones centrándose en el concepto de rasgo funcional, definido como cualquier característica de un organismo que afecta su demografía, es decir, su establecimiento, crecimiento, supervivencia y / o fecundidad. Los rasgos funcionales permiten relacionar las propiedades de los organismos con las características de los sistemas que ellos mismos conforman (comunidades y ecosistemas), y complementan las aproximaciones más tradicionales basadas en la distribución geográfica de las especies.

La biogeografía funcional pone el énfasis en cómo varían los rasgos funcionales a escalas geográficas grandes (regional, global) y, en este sentido, es una disciplina relativamente nueva. De este modo, aporta herramientas muy potentes para identificar las regiones más vulnerables a los cambios ambientales (por ejemplo, el cambio climático) y determinar cuáles serán los impactos de estos cambios ambientales en el funcionamiento de los ecosistemas y en los servicios que estos aportan a la sociedad.

Las principales líneas de trabajo y experiencia del CREAF en este campo incluyen:

  • Patrones de distribución en las relaciones entre rasgos funcionales: Analizamos los patrones globales de distribución de los rasgos funcionales de las plantas y los animales, cómo se relacionan estos rasgos entre ellos y hasta qué punto estas relaciones reflejan leyes generales que rigen el funcionamiento de los organismos.
  • Respuesta a las perturbaciones naturales: Estudiamos los rasgos funcionales que determinan la respuesta de las plantas y los animales a las perturbaciones naturales más importantes en un contexto mediterráneo, como la sequía o los incendios. También analizamos los rasgos funcionales relacionados con el aprovechamiento de los recursos y los relacionados con la resistencia a las perturbaciones y con la capacidad de regeneración después de estas.
  • Respuesta a las perturbaciones antropogénicas: Estudiamos los rasgos funcionales que determinan la respuesta de las plantas y los animales a las perturbaciones causadas directamente por las actividades humanas, como la urbanización o la deforestación.
  • Cambios de composición y estructura de comunidades: Analizamos el papel de los rasgos funcionales en los cambios en la composición y estructura (ensamblaje) de las comunidades vegetales y animales a lo largo de gradientes ambientales. Valoramos cómo repercuten estos cambios en las propiedades funcionales de los ecosistemas (p.ej., los flujos de agua y carbono) y en los servicios ambientales que estos nos proporcionan.

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